Argumentos

Primera vez (Raquel)


                  Descubrí con horror tibio que la tarde más siniestra, el momento más triste de una vida apagándose tenía el mismo color, la misma composición química, un vértigo parecido al de aquella en la que caminábamos* de la mano, juntos por primera vez . O que las maneras en que el pasado se manifiesta puede cambiar con la violencia del tiempo. Sin embargo tu nombre Raquel y la culpa.


*Pido disculpas a los deudos de aquel otro amor eterno. Es que tuve que volver al llamado de la Tierra y escribirlo y escribirlo desde "lo más lejos" para poder ser el Gran Poeta-Héroe que Vuelve desde otro para "ser Poder". 




La llovizna suave, casi cálida en la cara. El instante breve de la revelación cotidiana con una potencia casi olvidada. Las palabras alineadas de siempre pero ahora sin pensarlas, fluyendo de una puta vez en varios años; como un recuerdo brevemente inmortal de los diecinueve,  poco antes de perder cuatro o cinco vidas todas juntas. Un joven inmortal cruzando arrogante y anónimo la Gran Avenida de la Ciudad Grande.
                Pero ahora ya no y además hay que terminar con un naufragio. Entonces otra vez  la epifanía aleatoria de los recuerdos reveladores. “Across the Universe” sonando en la rotonda del Faro y reventando en él, que soy yo. Piensa que aunque no sabe como se escuchará la muerte si solo fuese “Across the Universe” estaría bien, muy bien. La Certeza de que Paul no pudo sentir otra cosa que agradecimiento la primera vez que escucho a John cantándola.  La posibilidad de que Esteban lo perdone algún día y la esperanza de no estar haciéndolo tan mal, la luz de vez en cuando calentándole el pozo, el pocito.
Todo para comprender un segundo después que manejarse con palabras, llenarse la vida de palabras, someterse a ellas y someter todo juicio a ellas es un poco de hijo de puta; todo esa mierda de atormentar de sentido a cosas que no las tienen, el irrefrenable impulso Anti-zen de querer comprenderlo todo sin creer en Dios. Como intentar la Revolución desde la trinchera inalámbrica del Psicoanálisis o la Estadística.
                           
                           Todo para terminar saltando al vacío hedónico-nietzcheano del deporte, el dolor y la marihuana. PLAY.


Existe ese momento ineludible y trascendente en el que la vida de un hombre se manifiesta, se expresa en forma de “totalidad”, o es que algunas vidas se manifiestan en forma de relato. El relato es el co-relato de una experiencia o “el que cuenta” es, como el testigo circunstancial en la ventana, solo “quien mira”.   



A veces el miedo y el espanto pueden más, la vida escapándose en cada suspiro tantas veces, el infinito en el espejo y el miedo a los propios ojos. El incendio y la proclama adolescente sucediéndose tan abruptamente en su recuerdo como en el de los que estuvieron ahí y todavía más fanáticamente en este presente continuo de nosotros, los deudos de aquel amor eterno. El hombre detrás del mito decide olvidar y seguir viviendo. Queda una imagen, una forma de su sombra ocupando provisoriamente su lugar en el mundo de las cenizas. Conocí a alguien que ya no era Andrés.